El Corral del Carbón es un monumento del siglo XIV situado en la ciudad española de Granada. Es la única alhóndiga andalusí conservada en su integridad en la Península Ibérica.
Fue construido durante el reinado
nazarí, con anterioridad a
1336, y su nombre original era
Al-Funduq al-Gidida, o Alhóndiga Nueva. Situada al sur de la
ciudad musulmana, junto al mercado de la seda o
Alcaicería, al zoco de la Medina, y a la Mezquita Mayor, servía de posada para los comerciantes en tránsito, de almacén y de mercado al por mayor. Un pequeño puente sobre el río Darro comunicaba la Alhóndiga con el
zoco.
En
1494 los Reyes Católicos lo concedieron a Sancho de Arana. A su muerte (
1531) salió a subasta, usándose hospedaje de carboneros, más tarde como
corral de comedias (hasta
1593) y luego, casa de vecinos. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en
1918, pero estuvo amenazado de derribo hasta que fue adquirido por el Estado en
1933, cuya restauración encargó a
Leopoldo Torres Balbás. En
1992 volvió a ser restaurado por el arquitecto Rafael Soler Márquez, aunque se mantuvieron algunos desperfectos que no fueron corregidos hasta otra restauración, finalizada en noviembre de
2006, dedicada a la limpieza y consolidación de diversos elementos de la fachada, y que tuvo un coste de 56.202 euros.
La portada, ricamente decorada con
yeserías, está presidida por una gran arco de herradura provisto de
alfiz. Sobre su moldura horizontal hay una decoración epigráfica en cúfico. A eje, sobre él, se sitúa un vano geminado. Está rematado por un alero de amplio voladizo sostenido por canes de madera, en la tradición nazarí (Cuarto Dorado de la
Alhambra, Patio de la Montería de los
Reales Alcázares de Sevilla).
Tras el zaguán, cubierto con una bóveda de
mocárabes que conserva algún resto de policromía, se accede al patio. Éste, de planta cuadrangular, es funcional y sin excesos decorativos. En su centro se sitúa una pila de piedra provisto de dos caños.
La estructura de los tres pisos provistos de galerías que se abren al patio está formada por pilares de piedra y vigas y zapatas (éstas últimas labradas) de madera. La fábrica de los petos es de ladrillo visto. El interior de las salas está muy transformado para albergar comercios y oficinas.